Aprovecho este post de Enrique Dans para comentar un tema sobre el que quería hablar desde hace unos días, aunque centrándome más en el punto de vista de empresas y no de personas (donde el artículo de Enrique cubre perfectamente todos los aspectos).

Como bien dice Enrique, la principal razón de la brecha digital es la falta de interés. Esto aplica a las empresas igualmente, y cuanto más pequeñas son más se observa. Sin embargo, más que la principal causa de la brecha digital, yo iría más allá y la catalogaría como la única. Siempre sostengo que la empresa que en el año 2006 no tiene página web o correo electrónico es porque no está interesado en absoluto en Internet como herramienta empresarial, y no por el coste. Sobre todo cuando, sin entrar en grandes proyectos, el coste económico de estar en la web y de tener correo electrónico no es representativo.

De la falta de interés se deriva la falta de formación y demás razones, especialmente las económicas. Vistos los precios de los PCs, teléfonos móviles, televisores planos, cuotas de suscripción a TV vía satélite, y muchas otras cosas que podríamos poner como ejemplo me cuesta creer y mucho que el coste sea una razón para frenar el acceso a Internet.

En mi experiencia las empresas y especialmente las PYMEs y microPYMEs no es que no quieran estar en Internet, sino que necesitan que alguien les explique simplemente qué problemas soluciona, para qué sirve, qué se puede hacer. Nada más, y nada menos. Porque siendo serios más que dinero, el pequeño empresario está más preocupado por el tiempo que puede “perder” en algo si no le soluciona nada ni le saca ninguna utilidad.

En este sentido, el mayor inconveniente en mi opinión de los grandes proyectos de la Administración para implantar el uso de Internet en empresas, es que se han centrado mayoritariamente en regalar o vender a bajo precio las soluciones tecnológicas sin pararse a explicarle a esas mismas empresas qué utilidad tenían o para qué servían dichas soluciones. Por ejemplo, a un pequeño empresario de 45-50 años no le puedes soltar un folleto de tu empresa con grandilocuentes frases y por varias razones. Primero, porque no entiende lo que dice en el folleto, ya que las empresas de tecnología parece que han generado su propia variante del castellano que no entiende todo el mundo, creando discursos vacíos que no significan nada. Segundo, y relacionado, porque ese pequeño empresario en general quiere saber de qué va todo eso que le están vendiendo como la gran revolución tecnológica del siglo XXI pero la persona que tiene delante no sabe explicárselo en su mismo lenguaje. Tercero, porque seguramente a ese empresario al que tú le intentas vender la revolución, no eres el primero que va a vendérsela y ya ha tenido muy malas experiencias previas.

Por todo esto, y enlazando con el tema que quería tocar, leía hace poco esta noticia donde se explica el programa COMPETIC de la Generalitat Valenciana.

«El programa Competic favorece la creación de entornos productivos inteligentes, evita la brecha digital empresarial, desarrolla programas integrales para pymes y ayuda a comercializar y mejorar la competitividad»

¿Y qué es COMPETIC? Según su propia web:

Con el fin de mejorar la competitividad del tejido empresarial valenciano y fomentar en las empresas el uso de Internet, el Gobierno Valenciano ha creado un programa gratuito llamado compeTIC dirigido a las Pymes de la Comunidad Valenciana y con el que dispondrán de asesoramiento, creación de su página Web, formación, conexión a Internet y oferta de subvenciones para mejorar sus infraestructuras y evolucionar sus modelos de negocio.

En resumen, páginas web gratis. En pleno 2006, han leído bien. Tremendo. O esto otro (el texto destacado lo he marcado yo):

“Con Competic, todas las empresas de la Comunidad Valenciana, sin importar su tamaño, ubicación o sector, van a tener la oportunidad de estar presentes en Internet, con lo que eso representa en todos los sentidos, y además a un coste cero. A partir de ahora, la empresa valenciana que no esté presente en la Red será porque no quiere. Sin duda, para todas ellas Competic supone una enorme ocasión para mostrar el mundo la excelencia empresarial de nuestra Comunidad y los excelentes productos y servicios que en ella se desarrollan.”

¿Cuál es el problema de este planteamiento?

  • Que la pequeña empresa no sabe sobre Internet “lo que representa en todos los sentidos”. Tiene un importante desconocimiento sobre todo lo que puede significar Internet y el impacto que tiene.
  • Que te regalen la web o un número n de meses gratis de conexión no equivale a realmente “estar en Internet”.
  • Que se trata a las empresas con desprecio, diciéndoles que el que no está en la web es porque no quiere, sin explicarles realmente por qué deben estar (más allá de “crear entornos productivos inteligentes” o joyas de ese tipo).

Segundo punto: no se puede vender como un éxito que 200 empresas se han adherido al programa la primera semana. Principalmente porque lo que marca el éxito del proyecto no es cuantas webs consiguen hacer, sino cuantas webs se habrán actualizado, digamos, una vez cada 3 meses, al cabo de un año. Es fácil regalar cosas, pero ¿si luego nadie las usa de qué ha servido? Estaríamos repitiendo la discusión sobre el número de usuarios de los servicios web 2.0: no quiero saber cuantos usuarios tiene un servicio, quiero saber cuantos de esos usuarios son realmente los activos. También es curioso observar que un proyecto de este tipo que pretende poner a toda la Comunidad Valenciana en internet de golpe y sin anestesia previa, genere tan poco ruido y blogosfera.

Como conclusión: la brecha digital en lo relativo a empresas no se tapa con webs gratis. Hay que hacer mucho esfuerzo en la formación e información a los empresarios.

Por mi (ya ex) trabajo, he tenido la oportunidad de hablar varias veces con Blanca Martínez de Vallejo, Secretaria Autonómica de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información de la Generalitat Valenciana, y le diría que se olviden de regalar cosas. Cuéntenle a los empresarios para qué sirve Internet, y qué ganan con ello. Y tienen a los mejores “evangelistas” para hacerlo: los propios empresarios. Cojan empresarios que tengan presencia en Internet y que sean auténticos convencidos, que los hay y muchos en esta Comunidad, y consigan que expliquen cómo se benefician del uso de Internet a otros empresarios. Los empresarios quieren hablar con gente que les entienda y que hablen su mismo lenguaje, simplemente eso. No quieren hablar con gente con corbata que jamás pisó una empresa de su sector. Sólo con eso avanzarán mucho más rápido: se avanza más hablando una hora tranquilamente en grupo que con 10 folletos, 20 llamadas, 15 faxes y 5 jornadas.

Al final con estas iniciativas no se tapa ninguna brecha, y lo único que se consigue es generar mercado fácil y bien pagado para empresas del sector tecnológico.