De piedra me he quedado esta mañana leyendo esta noticia en 20minutos, donde se comenta que el sector turístico quiere controlar las opiniones vertidas en los blogs de viajes.

El presidente del Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), Miguel Mirones, afirmó en este foro que en las páginas en las que cualquier persona puede verter sus criterios subjetivos sobre los destinos a los que ha viajado, a menudo aparecen opiniones interesadas de gente que nunca ha estado en el lugar del que habla.

Claro, y el que te vende el viaje en la agencia, ha estado en todos los lugares que te recomienda….y no tiene intereses.
También los catálogos de viajes son objetivos con la realidad…

Una situación dice, ante la cual los empresarios se sienten indefensos. Por eso, proponen regular los blogs de manera que exista un compromiso ético por parte de sus promotores de buscar una herramienta que garantice la credibilidad de las opiniones que en ellos se vierten. Mirones asegura que no se trata en absoluto de censurar, sino de que las grandes compañías tecnológicas establezcan mecanismos de control que eviten la proliferación de opiniones interesadas en internet.

No, no es censurar…que va.
A partir de ahora a todo el que comenté le pediremos que nos pase por fax los billetes y reservas para verificar que ha estado donde dice. Es fácil.

La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) está preparando un decálogo específico para los blogs, una iniciativa que cuenta con el apoyo de la patronal europea de hoteles y restaurantes HOTREC.

Con el éxito que tienen los decálogos y manifiestos en la blogosfera, estoy deseando que me lo pasen, para enmarcarlo arriba del monitor y tomármelo al pie de la letra.

Vaya tela, cuanto burro suelto y que forma de perder el tiempo. Es complicado condensar mas barbaridades en menos espacio.