Mucho se lleva escribiendo y hablando desde hace años sobre la brecha digital.
Básicamente la expresión hace referencia a la diferencia socio-económica entre aquellas comunidades que tienen accesibilidad a Internet y aquellas que no.
Se suele simplificar comparando o bien países desarrollados con otros del tercer mundo, o bien dentro de un mismo país, a diferentes comunidades.

Yo, cada vez que salgo del entorno profesional me doy mas cuenta de que mas que brecha, lo que se está formando es un autenticó socavón.
Y no hablo de relacionarme con gente que vive en África o en un pueblo perdido sin conexión a Internet.
Hablo de relacionarme con gente de mi entorno, bien sean amigos, familia o conocidos. Normalmente son profesionales, gente formada (o no tanto), de un nivel socioeconomico medio-alto.

Hace unos días tuve la ocasión de juntarme con compañeros de colegio. Algunos de los cuales no nos veíamos desde hace 20 años.
Si bien el email, y en menor medida Facebook (todos tienen email, pero solo 1/4 parte tiene cuenta en Facebook, y además reciente ) han ayudado a poder localizar a 50 personas dispersas por todo el mundo y organizar la cena, me ha sorprendido la gran diferencia que hay en el uso de Internet.

Mis amigos se han sorprendido de que contestase emails tan rápido. Lo normal es que algunos tardasen días en contestar, si lo hacían.
Es mas, para algunos daba la impresión de que yo no tenía mucho trabajo, porque contestaba a todos los emails rápido…
Lo mejor ha sido, que tras montar un excel online, con los datos de contacto de todos, una lista de correo (para evitar el reply all y demás lios con listas de 40-50 personas) y una galería con las fotos del evento, cosa que me ha costado unos minutos hacer, quedé como el friki (para algunos hasta el genio) de turno. Pero la impresión que creo que quedaba es que para poder hacer eso hace falta ser un bicho raro.
Por supuesto, nada de hablar de Linkedin o de Flickr o siquiera de RSS.
De 35 personas que al final vinieron a la cena, no creo que mas de 4 tuviesen una Blackberry. No vi Iphones ni nada parecido, tan habituales en eventos endogámicos.

Todo esto por una parte se traduce en un soplo de aire fresco, en un golpe de realidad que viene muy bien para tratar de salir de nuestra burbuja y ver que hay vida, y mucha, mas alla de nuestro mundillo.
Pero a la vez, se traduce también en una sensación de desconexión y de falta de afinidad bastante grande con ese grupo.
Sensación que por cierto en la cena de hace 10 años no existía. Incluso me atrevería a decir que hace 5 tampoco, al menos tan acuciante.

Es curioso como siento mas afinidad o puedo estar mas cómodo hablando por Twitter con alguien a quien puedo no haber conocido físicamente, que con un ex-compañero de clase con quien he compartido 10 años de mi vida.

También noto esa diferencia con gente de mi entorno, vecinos, compañeros de trabajo de mi mujer (profesores de primera, mas jovenes que yo). Gente que por ejemplo me pide que les mire vuelos baratos por internet para irse de viaje. Y son gente que suele tener ordenador e internet en casa.
Me sorprende que solo se animen a reservar un vuelo cuando uno cuenta alguna experiencia positiva, y les comenta que no pasa nada por dar tu tarjeta de crédito por internet.

Pero sin duda donde mas me sorprende ese socavón es entre gente del sector de las nuevas tecnologías.
Gente con similar formación, pero que en la práctica tiene muy poco en común mas allá del email, la mensajería instantánea, leer la prensa por internet y con suerte conocer Linkedin.
El otro día, en una jornada en la UPV, constaté esta impresión, de que los que trabajamos en el sector de Internet tenemos cada vez menos en común con la gente que trabaja en empresas tecnológicas digamos mas tradicionales.
Era curioso ver como las personas que había (pocas) provenientes de nuestro sector estaban con el portátil y twitteando (o consultando la blackberry) y como la gente mas tradicional no solo no hacia esto, si no que hasta cierto punto lo ve como una cosa rara.

Curiosamente, aunque este post lleva en borrador mas de una semana, hace un par de días Albert escribió un estupendo artículo, que aunque mas basado en Twitter, venía a incidir en prácticamente lo mismo, y sobre el que me quedo con este párrafo

Somos una generación hiperconectada y más transparente que cualquier otra. Aparentemente heterogénea, pero en esencia más homogénea de lo que parece. Quizás por esta razón nos sentimos cada vez más no-conectados de los demás, sean o no de nuestra generación “natural”. Lo que otros ven como una rareza o una excentricidad, nosotros lo vemos como un gesto normal de comunicar y compartir.

Es posible que muchos de los que me leéis hayáis notado últimamente como esa brecha se está haciendo mas grande. Me gustaría conocer vuestra opinión en los comentarios.